ACTUACIONES Y BUENAS PRÁCTICAS EN EL ÁMBITO DEL MINISTERIO DE SANIDAD

Dado que me desempeño actualmente en la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, una de las cuatro Direcciones Generales dependientes del Ministerio de Sanidad, he querido indagar en actuaciones y buenas prácticas destinadas a favorecer la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito del mencionado Departamento Ministerial. 

Para ello, he decidido acceder al sitio web del Ministerio de Sanidad, https://www.sanidad.gob.es/, y he encontrado una "Guía de buenas prácticas en materia de Igualdad entre mujeres y Hombres". 

Puesto que se nos ha pedido que nos esforcemos en buscar algo concreto del área en la que ejercemos, entiendo que esta Guía se constituye como una buena práctica cuya finalidad no es otra que la de tratar de favorecer la igualdad entre mujeres y hombres.

Esta guía pretende reducir las brechas de género y las desigualdades entre mujeres y hombres a través de distintas políticas públicas y de recursos humanos. Además, producto de la implementación de estas políticas, conseguir que los resultados positivos que se obtengan se perpetúen en el tiempo. 

El ámbito de aplicación de la Guía es el personal del Ministerio de Sanidad, es decir, todos los empleados públicos que conforman el mismo. El desarrollo de los Planes de Igualdad impulsados en la esfera de la Administración General del Estado han motivado la creación de estas guías para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres.

Debido a la constante transformación de la Guía, y precisamente por los cambios que puedan reflejarse en ella, se pide la colaboración de todos los empleados públicos del Ministerio, quienes facilitan sus correos electrónicos como garantía de estar permanentemente informados ante cualquier cambio o actualización que se produzca. 

La Secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad es el encargado en el ámbito del Ministerio de Sanidad del desarrollo de funciones relacionadas con el principio de igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito de las materias de su competencia.

Algunas de las actividades a desarrollar por este órgano son las siguientes: 

  • Elaborar estudios con la finalidad de promover la igualdad entre mujeres y hombres en las áreas de actividad del departamento.
  • Asesorar a los órganos competentes del departamento en la elaboración del informe sobre impacto por razón de género. 
  • Velar por el cumplimiento de la Ley 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva entre mujeres y hombres.

Continuando con la Guía de buenas prácticas, son múltiples los objetivos que se fijan en ella. Algunos de los más destacados son el mostrar especial sensibilidad con la igualdad, promoverla, y en su caso denunciar situaciones discriminatorias, innovar en la formación en materia de igualdad de género, ampliando el abanico de temas de interés y de personas a formar, ser transparente en la información y comunicación de carácter tanto interno como externo o colaborar en el desarrollo normativo y reglamentario de normas que están pendientes de aprobación en la materia que nos concierne. 

Respecto del impacto y posibles resultados que esta Guía pueda tener, hago mi valoración particular, puesto que carezco de datos verídicos y contrastados. 

Entiendo que, como consecuencia de la implementación de esta Guía, mejorará el engranaje organizativo en favor de la igualdad de oportunidades, se incrementarán los conocimientos respecto a la cuestión que nos compete y permitirá optimizar el impacto de las medidas adoptadas en los planes de igualdad. 

Además, la implementación de la Guía permitirá la transmisión en valores de igualdad tanto interna como externamente. 

Por supuesto, entiendo que la imagen del sector público, en este caso concretamente del Ministerio de Sanidad, mejorará ostensiblemente con la implantación y desarrollo posterior de la Guía. Esto es en definitiva, una mejor imagen externa.

Por último, algunas otras cuestiones que destacaría personalmente del posible impacto que este conjunto de buenas prácticas ocasionaría:

  • Participación equilibrada de mujeres y hombres permitiendo el desarrollo profesional de la plantilla con independencia del sexo.
  • Eliminación de barreras de género.
  • Promoción profesional de las mujeres.
  • Personas, de ambos sexos, mejor formadas y cualificadas.
  • Aumento de la sensibilización en materia de género.
Para finalizar, quiero aclarar que mi postura frente a las posibles debilidades y fortalezas de estas políticas y buenas prácticas siempre es la misma, es decir, el éxito o fracaso de las mismas dependerá de varios factores que por corrientes que nos parezcan muchas veces se incumplen:

  1. Trabajadores concienciados de las responsabilidades que deben asumir en tanto que se trata del eje central para el éxito de lo descrito en esta Guía. 
  2. Una evolución constante de la Guía. Cualquier detalle que permita dar "una vuelta de tuerca" a lo que se refleja en ella y favorezca la consecución del objetivo. 
  3. Que todo lo detallado en la Guía aplique a todos los departamentos, áreas, puestos y categorías profesionales que conforman el Ministerio de Sanidad.
  4. Que exista una correcta difusión y publicidad de la Guía para que llegue y arraigue en todo el personal del departamento ministerial. 
En conclusión, estos cuatro puntos que señalo y que se resumirían en concienciación, evolución, aplicación y difusión y publicidad se antojarían, desde mi punto de vista, fundamentales para identificar los pros y contras de esta Guía que, al menos en origen, supone un conjunto de buenas practicas orientadas a mitigar el desequilibrio entre sexos y dirigirnos a una igualdad real. 

 





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